miércoles, 3 de diciembre de 2014

El ciclo de la experiencia

EL CICLO DE LA EXPERIENCIA




El ciclo de la experiencia es el esquema didáctico que representa el camino que recorre la energía del organismo del ser humano, hacia la satisfacción de sus necesidades, constituyendo la experiencia sensorial, mental y conductual de la persona.


Fases del ciclo: sensación, consciencia, energetización, acción, contacto, realización y retirada.

A continuación una descripción del funcionamiento sano del ciclo y las autointerrupciones al contacto de cada fase:
Partimos del REPOSO, de un estado de plenitud, nos vivimos desde el ser, como dice Paco Peñarrubia, el vacío fértil. Esta 1ª fase puede estar interrumpida por laDESENSIBILIZACIÓN, un vivir “anestesiado”; no hay contacto con la sensación, es un estar congelado. Hay rigidez muscular e intelectual que impide la excitación corporal. Aquí ni me entero de qué necesito, estoy desensibilizado de mí mismo, atareado en una verborrea de asuntos inacabados, en un juego de autotortura que nos lleva a una vivencia de frustración, un vacío doloroso en el que me torturo a mi mismo en mi propia impotencia.
Tras el reposo aparece la SENSACIÓN, emerge una necesidad, de momento difusa, sólo captamos señales sensoriales y nuestro organismo manifiesta un déficit. Este déficit genera una tensión hacia la satisfacción de la necesidad. Hay una excitación sensorial y motriz (respiración) aunque no una verdadera energetización. En este momento aparece la dificultad de contactar con la necesidad porque nos evoca asuntos anteriores inconclusos y en lugar de una sana tensión hacía la satisfacción hay la angustia por lo inconcluso. La interrupción que aparece en esta fase para evitar la angustia en la PROYECCIÓN, la des-apropiación, la des-responsabilización dela sensación. Con la proyección la persona coloca afuera lo que no puede sostener. En la proyección la persona esta utilizando su fantasía sin enterarse.
Tras la sensación, tomo CONSCIENCIA de lo que me pasa, puedo nombrar la necesidad, “tengo sed”, “necesito ternura”, me doy cuenta. En esta fase el mecanismo que evita el contacto con lo que necesito es la INTROYECCIÓN, me doy cuenta de lo que necesito pero no hay una movilización energética, por ejemplo “estoy enfadado!!” sin embargo me digo, “debo ser amable”, oponiéndose este introyecto a lo organísmico. La necesidad me sigue  conectando con lo inconcluso y tengo angustia (que sustituye a la tensión a la satisfacción) En este momento la respiración y sensibilidad están empobrecidas y se reactivan creencias antiguas, infantilismos que en algún momento fueron útiles sin embargo ahora ya no. Los introyectos relacionados con la propia autoexigencia a menudo tienen una formulación lingüística como “debo de…”, y “tengo que…”. En el origen de un introyecto hay una prohibición que actúa como un “no tengo permiso y que de adulto acaba en un “no soy capaz de……”, una vivencia interna de incapacidad.
Una vez que tomo consciencia de lo que necesito bien porque puedo nombrarlo o representarme una imagen hay una movilización de la energía, una ENERGETIZACIÓN y pasar a la ACCIÓN. Con la excitación corporal se pasa a la acción, sigo mis impulsos, elijo el modo en que satisfaré mi necesidad (mi necesidad de ternura, con un abrazo?, mi necesidad de poner límites, con un “No!”?, …). El mecanismo que puede interferir en la energetización a la acción es la RETROFLEXIÓN que actúa como un “apagar motores” para evitar el contacto con la satisfacción de nuestras necesidades. En la energetización aparece la excitación, el autocontrol y el miedo que nos lleva a reproducir antiguos patrones de funcionamiento que desembocan en una acción incoherente que genera frustración, una vez más. En el camino a la frustración interiorizamos nuestro propio mandato, un nuevo introyecto en relación con la necesidad  insatisfecha, “¡siempre lo mismo!”, “¡otra vez, no soy capaz de conseguirlo!” el pez que se muerde la cola. La retroflexión es el mecanismo que “emplean las personas que se hacen a si mismas aquello que quisieran hacerle a otras personas u objetos”. La retroflexión sana es aquella que nos evita consecuencias nefastas “retroflexionar mi deseo de robar en un supermercado”.
Con la energía corporal que me lleva a la acción hago CONTACTO, satisfago mi necesidad, hay un intercambio con el entorno. Beso, como, grito, comprendo, veo, lloro, … contacto con la persona y experimento el placer. Tras el contacto, satisfacción, REALIZACION, es la celebración del contacto con mi necesidad y su satisfacción. El mecanismo que puede aparecer en esta fase es la DEFLEXIÓN motivada en prevenir más que en satisfacer, reflexionar es un enfriar el contacto. La deflexión “se caracteriza por una conducta de evitación”. Por ejemplo me hacen una pregunta personal y deflexiono con un discurso lleno de generalidades, así me siento en calma frente a la pregunta que puedo considerar como un ataque a mi intimidad. El deflector es una persona que habitualmente “se va por la tangente”.
Tras la realización llega de nuevo, el REPOSO. Una vez satisfecha mi necesidad me retiro, estoy bien conmigo mismo, me siento pleno hasta que aparezca otra sensación que inicia de nuevo el proceso. La CONFLUENCIA puede interrumpir el ir hacia el reposo y quedarme  “pegado” al contacto. En la confluencia la persona pierde el límite entre si misma y su entorno y se experimenta dificultad para retirarse una vez se ha contactado y satisfecho la necesidad.
La PROFLEXIÓN es algo así como dar para recibir. La adulación se experimenta como necesaria para vivir. Es un “te hago caso para que me hagas caso”, “te abrazo para que me abraces”. A menudo el orgullo impide al proflector pedir directamente lo que necesita del otro ya que esto nos pone en contacto con nuestras necesidades, que es precisamente lo que a menudo queremos evitar.
Referencias
Peñarrubia, Francisco (1998). Terapia gestalt. La vía del vacío fértil. Alianza Editorial.
Petit, Marie (1984). La terapia gestalt. Editorial Kairós.
Perls, Fritz (1976). El enfoque guestáltico y testimonios de terapia. Editorial Cuatro Vientos.
https://gestaltcoach.wordpress.com/2012/01/18/384/



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